TESTIMONIOS.
-Me llamo Pablo y tengo 77 años. – Cuenta el anciano. El
otro hombre va apuntando lo que este le dice. –Y a mí, esto de que estemos en
el siglo XXI me viene grande. –Se para un momento. – Siglo XXI… Y yo que
pensaba que no iba a salir del primer catarro que tuve. Cuando yo era joven no
nos andábamos con tantas tonterías como las de hoy en día pero bueno… Usted me ha preguntado si tengo hijos
¿No es así? Pues si mire, apunte, apunte bien, que tengo cuatro niños, bueno
para ser más exactos, dos hijas y dos hijos. Y sí, son unos desagradecidos. Y
que sepa, que estoy aquí por no desperdiciar el dinero que esos malnacidos se
han gastado en mí. –Se para un momento y tose. – La edad no perdona. – Se acomoda
en el sofá. – Voy a hablar de golpe. De todas formas a usted le pagan por
escuchar. Así que sí, voy a amortiguar el dinero. Conmigo no se ande con rodeítos,
que yo no quiero consejos. Mire le explico, tengo cuatro hijos. Y ayer fue
Navidad. No sé, si es que ahora, esta de moda eso de no pasar el día de Navidad
con la familia. Pero desde que tengo uso de razón es tradición, reunirte con
tus seres queridos. Ayer, recibí una llamada de mi hija, la pequeña, esta en
Cáceres, a menos de 100 km de aquí. Me llamaba. Quién me iba a decir a mí, que
con diez años podría comunicarme con alguien que no estuviera a centímetros de
mí. En la llamada me explicaba que no podía venir a cenar, que ya venía otro
día, que era mucho lío venir. Se preguntará por mis otros tres hijos… - Suelta
una carcajada. – Los otros me enviaron tres correos. Y encima tienen la cara
dura, de decirme que me habían enviado Whatsapp – Pronuncia mal el nombre. – Y que
no les había respondido y que estaba en línea. Ambos me decían lo mismo. Me
convencieron para hacer una videollamada por mesenller. ¿Esto qué es? ¿Qué
pasa, que ahora no se dan besos y abrazos, ahora se envían? Estoy muy cansado
de que mis nietos vengan a verme y lo único que sepan decirme es que soy un desfasado,
que no tengo twitter, facebook, ni skype, ni ask ni no sé que historias más,
que no quiero saber. Ya por no tener eso, soy el raro de la familia. ¿Qué pasa?
¿Qué tengo que tener un “tuita”?- Lo pronuncia mal- Para ser el mejor. Pues no.
No tengo que porque tener una red social para molar. Porque yo soy ese hombre,
al que le gusta hablar cara a cara. Al que le gusta abrazar no enviar abrazos.
El hombre que sonríe no por emoticonos si no de verdad. Estoy cansado, de ver a
mi familia solo una vez al año. Según ellos, ahora por whatsapp podemos estar
conectados todo el día y hablar. Todavía me envían fotos de su vida… Que yo
quiero que estén aquí conmigo. No se enteran. Lo más gracioso de todo es que se
pasan todo el día regalándome los oídos diciendo; Te echo de menos papá. ¿Qué
me echan de menos? Já. –Se para y bebe agua. –¿ Echar de menos es llegar darle
dos besos malamente a tu padre, sentarte al lado suya y cortarle cada dos por
tres, porque están respondiendo a mensajitos de sus amigos?.Me cachís, sus
amigos están allí todos los días con ellos y yo no. Yo no puedo. Sinceramente,
cuando me pongo cascarrabias soy horrible. – Ahora parece un poco más relajado.
Ya ha terminado de desahogarse. – En realidad, agradezco el progreso de las
comunicaciones. Puedo hablar por teléfono, aunque eso para los jóvenes es algo
muy normal y no lo aprecian. Para mi eso es todo un adelanto. Y eso del correo,
madre mía, eso si que es un nuevo mundo. Puedo enviar y hablar con mis hijos
como si los tuviera delante. Sin embargo, esto que me ayuda a estar cerca suya
es lo que me aleja. Ciertamente, las nuevas comunicaciones, hacen que estemos
todos más conectados. No tengamos la necesidad de movernos y de vivir cerca de
alguien para hablar. Pero a la vez nos separa, porque ya no nos vemos. Todo es
digital, hemos perdido el contacto con las personas. No somos animales
sociales, solo somos animales digitales. El otro día, paseando por la calle vi
a un grupo de jóvenes los cuales no se despegaban del teléfono móvil. Yo me fui
a mi casa sin poder parar de pensar. ¿Han salido para hablar por teléfono con
otras personas y cuando lleguen a casa van a hablar con las personas que han
tenido delante hace cinco minutos y no les han hecho caso? ¿Es eso cierto?
Estamos perdiendo mucho. Nos estamos perdiendo los unos a los otros. Hasta me
parece, que cuando mi nieta, la mayor de todas, su móvil es la prolongación de
su mano. Es imposible que una persona sea capaz de poner chateando, que coma a
la vez que hable, que beba a la vez que hable, que consiga hablar conmigo y
escucharme a la vez que chatee … ¿Con quién? Con amigos que no ve hace cuanto,
media hora ¿Y yo? Por eso muchas veces, pienso que lo que consiguen esos
aparatos del diablo es separarnos. Mis hijos, si se les puede llamar así, me
han regalado un móvil, lo abrí, sí lo abrí para romperlo.
-Me llamo Paula y tengo 19 años. –La chica es joven y se
acomoda en el sofá. Escribe algo por el móvil y lo guarda en su bolsillo. – En
pleno siglo XXI me encanta eso de poder hablar con otras personas al momento.
Ahora mismo, no tengo problemas. Mi madre vive en Barcelona y yo estoy aquí en
Sevilla. Lejos de ella. Pero es como si la tuviera tan cerca. Puedo enviarle
las cosas que hago, lo que compro y lo que dejo de hacer. Ojala ya pueda
volver. Si le añado las ventajas que supone, que los de mi carrera tengamos un grupo de clase. Así nos organizamos mejor a la hora de estudiar. Nos informamos de los examenes, hacemos fotos a los apuntes.También puedo hablar con mis amigas. Más que nada, solo con leer sus
tweets, puedo enterarme exactamente de todo lo que hacen y de todos sus planes.
Es genial ¿No? Ellas también pueden leer lo que hago en cada momento. La verdad
que cuando termino de estudiar me viene genial alejarme un poco de la realidad.
Hay un montón de tweets súper interesantes. Mire, sigo a Sabias que…? Y tuitean
unas cosas la mar de interesantes. Además gracias al facebook, puedo subir las
fotos con mis amigas y que otros conocidos las vean. Y a través de instagram se
si les gustan o no. Sinceramente eso del ask, nunca me gusto. Eso de que te
hagan preguntas, yo estaría todo el día preguntándome quién me ha hecho las
preguntas. Dudaría de todo. Y lo que es genial es el skype. Mi hermana esta más
lejos incluso que mi madre, esta en Estados Unidos, por una beca de investigación.
Gracias al skype nos comunicamos diariamente. Parece que está aquí conmigo.
Puedo verle la cara. Y esta genial.
-Me llamo Juan y tengo 28 años. – Le da un sorbo al vaso del
agua. –Estoy muy estresado ¿Sabe? Mañana a primera hora, tengo que tener tres
informes acabados. No puedo más. Malditos móviles no para de vibrar. Así no
puedo acabarlos. Trabajo en una empresa de comunicación y a veces desearía
estar solo, sin el móvil este de por medio. La empresa en la que trabajo,
seguro que la conoce… Es facebook. Una red social,creada hace diez años, en el
2004. Y es por eso, por el décimo aniversario, que me explotan, para que hagas
unos gráficos de los componentes de facebook. Y de las fotos subidas… Esta red
social, que usted seguro que conoce, cuenta con una lista de amigos, chat,
grupos páginas, muro, fotos, regalos… No sé para que tantas tonterías… Aunque
esta red social vaya genial. Y a los gráficos me remito. Pienso que los de allí
arriba, están haciendo unas grandes inversiones. Que si compraron instagram, la
red social, mediante la cual puedes subir fotos y darle a me gustan y si ahora
compran Whatsapp… Se están haciendo con todas las pequeñas empresas que le
hacían competencia.. Pero a mi mientras me paguen. En cuanto termine el
trabajo. Voy a irme a vivir a un campo, sin internet y sin nada. No quiero
saber nada de nadie. Que me dejen vivir.
-Me llamo María y tengo 14 años. Tengo redes sociales desde temprana
edad. Mis padres me han insistido en que es un poco peligroso esto. Quién sabe
con quién estoy hablando en realidad.Desde mi twitter las personas pueden seguir
lo que hago a todas horas. Y eso les preocupa a mis padres. Cualquier persona
ajena a mis amigos y conocidos, puede saber mi vida en un momento. Y aunque tenga
14 años para quince años eso es algo que me preocupa. Quién no me dice, que un psicópata
no este leyendo ahora mismo esto… Me atemoriza el simple hecho de no tener
privacidad. Mi madre siempre me da la vara con lo de que ya no tenemos
privacidad y que los demás sabemos la vida de los demás y no existen los
secretos Me parece que su concepto de la vida es demasiado antiguo. Sin embargo,
tiene razón… No sé sabe. A ellos no les hace gracia tampoco lo entiendo. Aquí
quién no tiene facebook, ni twitter… No es nadie...
Con estas cuatro opiniones y fragmentos de la vida de estas personas (que no existen si no están inspiradas en la sociedad de hoy en día) quiero reflejar más o menos, lo que supone una red social para las distintas edades. Quizá los jóvenes estén más abiertos a este nuevo mundillo de internet, pero quizá los adultos, esten mas reacios a entrar en él. Y solo aprencian las ventajas de google y ven internet como una gran enciclopedia solo eso, en la que todo esta a nuestro alcance. Pero quizá, vean mal, que los jóvenes esten demasiado pendientes de los aparatos electrónicos y se olviden de otras cosas más importantes.
En el caso de Pablo, un anciano, un abuelo, con una familia. Un hombre tradicional que critica la actitud de sus hijos, y con toda la razón del mundo, probablemente nos sirva de reflexión en un mundo en el que no nos damos besos, si no que los enviamos.
La historia de Paula, una chica joven universitaria, contrasta con la de Pablo. Paula puede estar comunicada con su madre, con sus amigas, saber lo que hacen y se siente más cercana a sus raíces lo que hace que no eche tanto de menos a su familia.
Por otra parte el testimonio de Juan es desolador. Hay personas que por su trabajo están obligadas a estar todo el día respondiendo a mensajes y que sus jefes no les "dejan vivir" en parte es bueno, pueden incluso llevarse el trabajo a casa, son muchas ventajas, pero estar todo el día controlados por otras personas, debe de ser muy frustrante.
Por último María, no comenta que ella a temprana edad ya tenía redes sociales y nos advierte del peligro de un uso desmedida de esta. Seguro que todo el mundo conoce muchas noticias relacionadas con estos. Y más de un caso de estafa online. En el que las personas han puesto datos de más y luego se encuentran con las sopresas.
Con esta especie de minis historia (quizá la primera es la más larga) quería hacer eso, ver los distintos puntos de vista y que reflexionemos sobre esto. Que veamos las ventajas, las numerosas ventajas que existen y los inconvenientes que supone esto. Dispongo a hacer yo mi propio testimonio.
-Me llamo Leticia y tengo 17 años recién cumplidos. Yo soy de las personas que piensa que para hablar bien, hay que hablar a la cara. A mi no me vale con hablar por whatsapp, me gusta el contacto, mirar a la gente a los ojos, notar su expresión y no conformarme con dos emoticonos. Aunque también tengo que reconocer que abuso mucho del whatsapp y de otras redes sociales como twitter o simplemente whatsapp. Puedo decir que tengo un montón de redes sociales instaladas en el móvil que todavía no he utilizado como skype, como telegram, como otras más.Uno que también utilizo mucho es SNAPCHAT. Es una aplicación mediante la cual, puedes enviarte fotos, solo fotos y en la foto puedes añadir un pequeño texto y ya esta. Las fotos no se guardaran en el móvil de la otra porque el otro individuo solo tendrán varios segundos ( el tiempo elegido por mí ) para ver la foto. Pasado el tiempo, la foto no se guardará en el móvil de la otra persona, si no que se borrará completamente. También se pueden añadir videos, pero con un tiempo limitado, dado por la misma aplicación. La veo más que nada divertida. Y que evita que se llene mi móvil de fotos, como pasa con el whatsapp y los grupos. Sinceramente, veo muy importante el amplio progreso de las tecnologías que nos permiten conocer gente y hablar con ella. Eso sí, siempre y cuando moderemos el uso de estas. Hablar por whatsapp está bien, pero hablar a la cara desde mi punto de vista es mejor.
A través de los distintos personajes expreso mi opinión. He decidido centrarme más en las redes sociales, porque es yo creo que lo que más influencia tiene sobre nosotros. A través de las redes sociales estamos "más controlados y más influenciados" por otros agentes exteriores. Y eso a veces es peligroso. Aún así, usando como ya he dichos las redes sociales con cuidado, podemos sacar mucho provecho. Dicho esto, les invito a que disfruten de las numerosas ventajas de las redes sociales y a que disfruten también de sus incovenientes.
"Ya no buscamos las noticias, ellas nos encuentran", Eric Qualmann
"Ya no buscamos las noticias, ellas nos encuentran", Eric Qualmann
Estupendo, muy bueno este último artículo. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarMuy buen blog